El día que decidí irme de Au Pair, allá por 2009, no tenia muchas preferencias en general pero sí una idea bastante clara: no sería por un tiempo muy prolongado. Aunque mucha gente tiene suerte en el destino es mejor no comprometerte durante muchos meses a vivir con desconocidos y cuidar a hijos de desconocidos, es una experiencia intercultural más que un trabajo aunque mucha gente lo confunda.
Me daba igual ir a ciudad grande que a pequeña, a Inglaterra que a Irlanda que a Malta, y tampoco prefería niñas o niños. El azar hizo que me tocase algo bastante bueno: la zona 3 de Londres y dos gemelas de dos años: Imi y Honey.
En 2010 me contacto su madre para que cuidase de sus niñas y con el email me adjuntó una foto: a simple vista daban muy buena impresión, una pareja con dos niñas gemelas de un año y medio con cara de muñecas y una casa con jardín, además en la misma ciudad de Londres. Su niñera de Sri Lanka viajaba a su país durante unas semanas yo iría a sustituirla
Y eso hice, en verano de 2011 cogí un avión y me planté en el aeropuerto de Gatwick, seguidamente cogí el tren Gatwick Express y un famoso Cab que me llevo al barrio de Wandsworth en el sur de la ciudad, encontré la casa enseguida;la numero 33 era grande y estrecha, típica de un barrio residencial británico y llamé al timbre de esa gran puerta de vidrios de colores y de estilo inglés con ladrillo rojo.
En 2010 me contacto su madre para que cuidase de sus niñas y con el email me adjuntó una foto: a simple vista daban muy buena impresión, una pareja con dos niñas gemelas de un año y medio con cara de muñecas y una casa con jardín, además en la misma ciudad de Londres. Su niñera de Sri Lanka viajaba a su país durante unas semanas yo iría a sustituirla
Barrio de Wandsworth, mi vecino el gato naranja que me seguía. |
Me abrió ella, la hostmother llamada EH (no vamos a decir nombres completos que google lo cuenta todo) una señora alta, rubia, pálida, con pecas y de paso largo, me sentó en el sofá a su lado y me pidió que le contase el viaje y un poco de mi vida, después me llevo por la casa y me enseño las niñas a cuidar que ya dormían hace horas, dos mellizas de parecido nulo.
La vida en Londres.
Tenia una especie de apartamento entero para mí, ya que la ultima planta de la casa era para que yo la habitase, habitación, cuarto de baño y dos salas enormes más sin ningún uso, pero con una lavadora.
Los días en Londres se hicieron amenos, íbamos cada día al Wandsworth Common a jugar al playground con los demás niños, jugábamos en el jardín lleno de arañas por cierto, habia un tobogan de madera desde hace bastantes años, y bastantes décadas diría yo, íbamos a comer pizza al barrio de Chelsea o a hacer un poco de deporte al Chelsea Harbour Sport Centre, los momentos de supermercado también eran entretenidos, cualquier cosa lo es cuando pasas el día con niños pequeños.
Dos días por semana venía Maydha a instruir a las mellizas en actividades infantiles, ella tiene mucha capacidad de trato con niños y me ayudaba con ellas, por suerte congeniamos enseguida y salimos a comer varias veces juntas, pero no tantas como me hubiera gustado, aun recuerdo el pollo de Nando's o las enchiladas mexicanas de Fulham. Ñam!!
Poco antes de la mitad de mi estancia por allí tocó hacer las maletas e irnos a una casita de campo a Hampshire durante varias semanas, aquello iba a ser relax, naturaleza, sosiego y pueblecitos pintorescos con cottages .
Hampshire.
La casita era una cottage (aunque de ladrillo) en mitad del campo, no era un pueblo concreto pero la zona habitada más cercana se llamaba Bramdean, cerca de Alresford y la ciudad de Winchester. Estaba conectada con una carretera secundaria por un caminito llamado Church Lane, ya que nos conducía a una iglesia con cementerio incluido. Teníamos un jardín amplísimo para hacer barbacoas o montar una piscina...
Pero eso en Inglaterra es casi imposible aunque sea agosto, ya que ese día el sol se escondió y no lo volví a ver hasta llegar a España, y no exagero en absoluto.
¡¡¡En Hampshire no brilla el sol!! la ropa cotidiana eran jerseys, abrigos, botas Wellington y chubasqueros. Yellow wellies!!! Yellow wellies!!
Aunque el ambiente en la aldea era muy acogedor y cálido y el paisaje verde y húmedo poco usual para alguien de la meseta árida española, el lugar era a su vez bastante aburrido, y eso sumado al mal tiempo hacia que los días pasasen bastante lentos con lluvias constantes y tres rayos de sol contados. Había una media de 3 o 4 días soleados por mes. Demasiado relax para ser pleno verano.
¡¡¡En Hampshire no brilla el sol!! la ropa cotidiana eran jerseys, abrigos, botas Wellington y chubasqueros. Yellow wellies!!! Yellow wellies!!
Cottage. |
Debido a eso, aprendí muchas canciones, aprendí a cantar a la lluvia:
It's rainning
it's pouring
The old man is snoring
He went to be and bumped his head
And he couldn't wake up in the morning.
Y a las ovejas:
Bahh bahh black sheep
Have you any wool?
Yes Sir, yes Sir
three bags full
one for the master
and one for the Dame
one for the little boy
who lives down the lane.
Así anocheciendo a las 19h, los comercios de las aldeas cerrando a las 18h y el escaso transporte publico de la zona, hacen que un verano se haga duro, no usaba el coche aunque me lo ofrecieron, no me atrevo a conducir por caminos desconocidos desde el lado derecho y cogiendo rotondas por la izquierda. Solo había un pub llamado The Fox a 500 metros de la casa y una gasolinera.
Aunque son pocas, hice alguna visita turística esas semanas: Winchester, que tiene el nivel de vida más alto del Reino Unido, los jardines Hinton Ampner House con un montón de flores y el pueblo de Alresford, donde EH pasó los veranos de su infancia. Me quedé con ganas de Southampton, pero la familia no eran muy activos para hacer excursiones que digamos.
Como siempre que hay niños alrededor, los virus se expanden como las ratas, así que nos tocó pasar una gastroenteritis a toda la familia durante dos días empezada por Imi, su padre y su tio fueron despues, luego me toco a mi y a su madre, total que solo se libró una de las niñas, Honey. Además este virus llego durante mis días libres. Cómo no.
Aunque son pocas, hice alguna visita turística esas semanas: Winchester, que tiene el nivel de vida más alto del Reino Unido, los jardines Hinton Ampner House con un montón de flores y el pueblo de Alresford, donde EH pasó los veranos de su infancia. Me quedé con ganas de Southampton, pero la familia no eran muy activos para hacer excursiones que digamos.
Winchester. |
En uno de mis días en Hampshire hice una excursión a Londres en tren, trabajaba como 50 horas a la semana así que no pude hacerlo en otro momento, ese día aproveché para subirme al famoso London Eye, o la noria de Londres, es una atracción carísima pero hay que hacerlo una vez en la vida, y el mejor momento es cuando te ganas el dinero allí.
Como experiencia.
El trabajo es eso, una experiencia temporal y algo que recordar con el paso de los años, yo tuve suerte con la comida y supongo que con la familia, no eran los mejores del mundo pero nunca acabamos a gritos ni con las maletas en la puerta como el 50% de las historias que oigo.
Las niñas eran buenas, Imi era algo rebelde en presencia de su Madre pero bastante más espabilada, y Honey imitaba a su hermana y era mas influenciable e infantil. No era un problema diferenciarlas ya que Imi era de tamaño bastante más pequeño que su hermana, y tenia la cara y ojos más redondos.
Los padres eran bastante correctos aunque el trato con ellos era más complicado, me atendieron de maravilla y cocinaban muy bien, aunque nunca se sabía que pensaban o que querian en cada momento.
Las noches del terror fueron bastantes, yo sola en un caserón en mitad del bosque y sin cerraduras de seguridad, solamente acompañada de las niñas, aunque me aseguraban que la zona era muy segura, ningún lugar está libre del loco de turno de películas emitidas en Halloween.
Las horas extras fueron también muchas, especialmente por la noche o a la hora antes de cenar. A los ingleses les encanta hablar de trabajo, pero pasar a la acción les resulta bastante más difícil.
Como experiencia.
El trabajo es eso, una experiencia temporal y algo que recordar con el paso de los años, yo tuve suerte con la comida y supongo que con la familia, no eran los mejores del mundo pero nunca acabamos a gritos ni con las maletas en la puerta como el 50% de las historias que oigo.
Las niñas eran buenas, Imi era algo rebelde en presencia de su Madre pero bastante más espabilada, y Honey imitaba a su hermana y era mas influenciable e infantil. No era un problema diferenciarlas ya que Imi era de tamaño bastante más pequeño que su hermana, y tenia la cara y ojos más redondos.
Los padres eran bastante correctos aunque el trato con ellos era más complicado, me atendieron de maravilla y cocinaban muy bien, aunque nunca se sabía que pensaban o que querian en cada momento.
Las noches del terror fueron bastantes, yo sola en un caserón en mitad del bosque y sin cerraduras de seguridad, solamente acompañada de las niñas, aunque me aseguraban que la zona era muy segura, ningún lugar está libre del loco de turno de películas emitidas en Halloween.
Las horas extras fueron también muchas, especialmente por la noche o a la hora antes de cenar. A los ingleses les encanta hablar de trabajo, pero pasar a la acción les resulta bastante más difícil.
Gracias por leer este largo articulo, en caso de que lo hayas hecho y no hayas pasado al final directamente, os animo a que comentéis con vuestras batallas.
Repetirías? Por ejemplo en Irlanda ;)
ResponderEliminarhttp://www.aupairireland.ie/index.html